17 de febrero de 2013

Un clásico diferente

Si el clásico hubiera sido hace una semana, los saprissistas hubieran llegado cabalgando sobre una nube de optimismo y los liguistas mirarían con desconfianza el partido ante el archirrival, desde el incómodo sótano. Pero en solo unos partidos todo quedó patas arriba: los morados dejaron ir un marcador favorable en Puntarenas y sucumbieron ante un Cartaginés desatado, que hasta ahora va como un tren bala sin preocuparse por los demás. La Liga, en tanto, cambió de entrenador (un movimiento que por lo general trae aire fresco) y sacó una victoria en el siempre difícil campo de San Carlos. Ahora el clásico se ve desde otro prisma: los manudos pueden alcanzar a Saprissa en la tabla y olvidarse de que hace solo unos días iban de últimos. Los morados llegan con el ánimo un poco más bajo y se empiezan a hacer la pregunta que por lo general los aficionados no quieren responder: cuánto tiempo hay que darle al cuerpo técnico para que el proyecto madure.

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